Varios legisladores exigieron el viernes cambios inmediatos ante informes esta semana de que más de 250 bebés, niños y adolescentes detenidos en una estación sin ventanas de la Patrulla Fronteriza carecen de alimentación, agua e higiene adecuadas.
Esta escena se repite en otras instalaciones de inmigración rebasadas por la enorme cantidad de menores migrantes y las dificultades para darles acomodo.
Ni siquiera sabíamos que existía esta instalación antes de venir aquí”, dijo el profesor de derecho Warren Binford, miembro del equipo que entrevistó esta semana a docenas de menores detenidos en la localidad de Clint, a una media hora en automóvil desde El Paso. Quince menores tenían gripe y 10 más estaban en cuarentena.
En otra estación de la Patrulla Fronteriza en McAllen, Texas, la abogada Toby Gialluca dijo que todos los menores con los que había conversado hasta la semana pasada estaban muy enfermos con fiebre elevada, tos y ropa sucia con costras de moco y mugre tras su larga travesía en dirección al norte.
“Todos están enfermos. Todos. Están utilizando sus ropas para limpiar el moco y el vómito a los niños. La mayoría de los niños chiquitos no están completamente vestidos”, agregó.
Gialluca señaló que migrantes adolescentes en McAllen le dijeron que les han ofrecido emparedados congelados de jamón y comida descompuesta.
En ambas instalaciones de detención, los menores dijeron a los abogados que los guardias les pidieron a niñas incluso de 8 años cuidar a los bebés y a los niños que empiezan a caminar.
Autoridades estatales y federales elegidas exigieron el viernes que se modifiquen las condiciones en Clint, McAllen y otras estaciones de la Patrulla Fronteriza. Una lluvia de señalamientos furiosos no se hizo esperar.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, arremetió contra el Congreso al describirlo como “un grupo de réprobos” por no proveer un financiamiento adecuado para la seguridad fronteriza.
Con información de AP