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El expolicía de Mineápolis Derek Chauvin, que afronta cargos de homicidio en segundo grado por la muerte del afroamericano George Floyd y permanece en la cárcel de Oakdale, ha acudido este lunes a su primera audiencia judicial que se llevó a cabo en el formato de una videoconferencia.
Se decretó que Chauvin podrá salir de la prisión bajo una fianza de 1,25 millones de dólares sin condiciones o de un millón de dólares con tal de que cumpla con ciertos requisitos que incluyen que no contacte con los familiares de Floyd y no abandone el territorio del estado.
Chauvin fue despedido junto con otros tres policías, Thomas Lane, J.A. Kueng y Tou Thao, que respondieron al incidente en Mineápolis (Minesota) que involucraba a Floyd el 25 de mayo.
El afroamericano murió en medio de la detención cuando Chauvin le presionó en el cuello con la rodilla por más de ocho minutos, ignorando sus numerosas quejas de que no podía respirar y causando su muerte.
La muerte de Floyd a manos de un policía blanco desembocó en protestas al día siguiente que se propagaron rápido por todo el país, derivando en episodios de violencia, enfrentamientos con la Policía, saqueos de negocios y destrozos.
Lane, Kueng y Thao ahora afrontan acusaciones de ayudar e instigar al asesinato. La defensa de Lane y Kueng insistió durante su primera audiencia que sus clientes eran novatos y solo llevaban cuatro días como policías cuando respondieron al incidente con Floyd, aunque sus expedientes indican que ambos imputados se unieron al Departamento de Policía en febrero de 2019, convirtiéndose en oficiales de pleno derecho en diciembre.
«¿Qué se supone que debía hacer mi cliente si no seguir lo que decía su oficial de entrenamiento? ¿Es eso instigar y asistir un crimen?», argumentó el abogado de Lane durante la audiencia, pidiendo una fianza menor para el defendido, que fue fijada en 750.000 dólares para cada uno de los acusados.