Una hoja de papel dentro de la mochila del nieto de Bob Marley.
Pues vean, así fue como todo comenzó. En una tarde del año 2014, Cedella Marley, hija mayor de Bob y su esposa Rita, recibió un volante por parte de su hijo Skip, al regresar a casa luego de un día de escuela. El volante provenía del entrenador de fútbol de Skip, en el cual les pedía a los padres de sus alumnos considerar donar dinero para revivir a la selección de fútbol femenino de Jamaica.
Cedella quedó atónita. Ella vive en las afueras de Miami pero sigue siendo considerada miembro de la realeza en Jamaica, como líder de Tuff Gong, la casa disquera iniciada por su padre, al igual que gerencia la fundación que lleva el nombre del legendario cantante. Hizo varias llamadas telefónicas. Se enteró de que el equipo de fútbol femenino no había existido durante la mayor parte de los últimos cuatro años porque la federación de su país había eliminado los fondos.
Cierto, seguían existiendo equipos de fútbol femenino juvenil, pero no existía una selección de mayores que pudiera buscar representar al país en los Juegos Olímpicos o el Mundial Femenino.
Los pelos de Cedella se pusieron de punta. ¿Era un problema de todo el fútbol?, preguntó. No. El equipo masculino, conocido como los Reggae Boyz, mantenía su presupuesto completamente intacto.
«La gente le decía no (a las damas) sin razón alguna», afirma ahora Cedella. «Mientras más me involucraba, más me enfadaba».
Cedella pensó al respecto. E hizo varias llamadas telefónicas para hablar del tema. Y luego, decidió resolver la situación, arrojándose a ella misma y a varias docenas de jugadoras decididas a hacer un trayecto en el cual recaudaron cientos de miles de dólares, retaron a las sofocantes convenciones sobre diferencia entre géneros, sobrevivieron tensos partidos eliminatorios y persistieron, a pesar de una sensación inquietante de que sus sueños podrían desaparecer, a pesar de todo.
«Ahora, se convirtieron en pioneras», expresa Dalton Wint, secretario general de la Federación de Fútbol de Jamaica, con respecto al equipo femenino, para luego encogerse de hombros. «Y sufrirán por ello».
Con información de ESPN