El cantante de narcocorridos Gerardo Ortiz se ha declarado culpable de violaciones a la Ley Kingpin por su participación en conciertos organizados por promotores vinculados al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Su testimonio ha sido clave en la investigación y se espera que testifique contra su exrepresentante, Ángel del Villar, dueño de la disquera Del Records, quien actualmente enfrenta un juicio federal en Los Ángeles.
Según documentos judiciales revelados este martes, Gerardo Ortiz reconoció haber participado en al menos seis conciertos organizados por un promotor sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en 2018 por presunto lavado de dinero para el CJNG.
La información se mantuvo en secreto mientras el artista cooperaba con el FBI en la investigación contra Ángel del Villar, quien se declaró inocente de los cargos que enfrenta.
El Departamento de Justicia acusa a Del Villar de asociarse con el promotor de conciertos Jesús Pérez Alvear, alias «Chucho», y su empresa Gallística Diamante, señalados por sus presuntos vínculos con el CJNG.
Pérez Alvear fue asesinado en diciembre de 2024 en un restaurante de la Ciudad de México, lo que ha generado más controversia en torno al caso.
Mientras tanto, Del Villar niega las acusaciones y su equipo legal confía en que el jurado lo absolverá.
Este caso pone nuevamente en el ojo público la relación entre la música regional mexicana y los grupos del crimen organizado, una controversia que ha salpicado a varios artistas del género en los últimos años.
