Una madre de la comunidad de Lebanon, Pensilvania, fue arrestada por el presunto abuso de su hijo. Chazzity Candelario, de 33 años, enfrenta múltiples cargos luego de que las autoridades descubrieran que había encadenado a su hijo de 11 años a un tanque de combustible en el sótano de su casa.

Según la denuncia penal, la policía fue alertada sobre la situación luego de recibir informes de un menor encadenado a su cama.

Al llegar a la escena, los oficiales encontraron al niño esposado a una litera superior, pero el menor les reveló que previamente había sido encadenado a un tanque en el sótano antes de liberarse y después volver a encadenarse por accidente en el dormitorio.

Candelario admitió haber sometido a su hijo a estas condiciones extremas, alegando que le costaba controlarlo. La mujer, quien trabajaba fuera de casa, indicó que encadenaba al niño durante horas y lo encerraba en un pequeño cuarto de servicio como castigo.

La información existente refiere que la mujer llevaba una bitácora de lo que comía el niño y observaba su cumplimiento a través de las cámaras de seguridad.

Aparentemente, el día en que el niño fue rescatado, había sido despertado en la madrugada por su madre para encadenarlo, debido a que había cometido una «infracción alimentaria», pues comió más de lo permitido. Tras ello, lo encadenó por el resto del día y abandonó la casa, a la que no había vuelto cuando llegaron los oficiales.

Las autoridades describieron el caso como un claro ejemplo de abuso infantil, destacando la crueldad de las acciones de Candelario. El fiscal de distrito del condado de Lebanon, Pier Hess Graf, expresó su consternación ante el caso, señalando que «hay una diferencia entre disciplinar a un hijo y abusar de él».

«Esto es abuso. Dejar a un niño desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche encadenado, esposado, es absolutamente horrible. No puedo imaginarme ser ese niño pequeño y pensar que esta persona en la Tierra, que se supone que debe amarme, cuidarme y protegerme, esto es lo que cree que es apropiado hacerme», dijo, según medios locales.

Candelario fue liberada tras pagar una fianza de $100,000 dólares y se espera que comparezca ante un juez el 23 de enero. Este caso ha generado una gran indignación en la comunidad y ha puesto de manifiesto la importancia de denunciar cualquier sospecha de abuso infantil.