En los pasillos de un hospital para niños de la Franja de Gaza, el pediatra palestino Jaled al Saidani sigue atendiendo a los pequeños heridos por la guerra a pesar de la amputación que sufrió en una de sus piernas tras un bombardeo israelí en su casa en el año 2024.
Me hirió la metralla y, como soy diabético, la cosa empeoró y tuvieron que amputarme la pierna. Caminar con una prótesis es agotador, pero puedo moverme y caminar», explicó Saidani.
Con el estetoscopio colgando en el cuello, el doctor Saidani examina cuidadosamente a sus pequeños pacientes, brindándoles calurosas sonrisas y apretones de manos.
En el Hospital de los Mártires de Al Aqsa de Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza, la gran mayoría de los pacientes recibe tratamiento por heridas causadas por el conflicto que desde hace más de 15 meses libran el ejército israelí y el grupo islamista palestino Hamás.