Otro escándalo se encuentra sacudiendo el panorama musical internacional, pues el rapero Kanye West, autonombrado «Ye» desde hace varios años, enfrenta una nueva demanda por agresión sexual presentada por la modelo Jenn An, exconcursante del programa «America’s Next Top Model» en 2009. La denuncia, interpuesta el viernes en un tribunal federal de Nueva York, también incluye a Universal Music Group y la agencia Stink Digital USA como codemandados, acusándolos de violar la Ley de Protección contra la Violencia de Género de la ciudad.
Según los documentos legales, la agresión habría ocurrido en 2010 durante la filmación del videoclip «In for the Kill», una colaboración entre Kanye West y el grupo británico La Roux, realizada en el Hotel Chelsea de Nueva York. Es así como Jenn An alega que West la seleccionó específicamente para el proyecto, indicando: «dame a la chica asiática», lo que es una prueba más de las acusaciones de racismo también hechas en su contra.
La modelo declaró que durante la grabación de dicho video, el rapero la sometió a actos que describieron como «ahorcamiento pornográfico» y «fetiches de BDSM». De la misma forma, la demanda detalla que West le introdujo varios dedos en la garganta, simulando sexo oral forzado, mientras exclamaba: «Esto es arte. Soy como Picasso».
En los documentos presentados ante las autoridades, An sostiene también que, durante el incidente, experimentó dificultades para respirar y sintió que perdió el conocimiento temporalmente. Igualmente, la demanda señala que otras figuras muy influyentes en el mundo del entretenimiento intentaron encubrir el suceso, por lo que acusa a Universal Music Group de no implementar un código de conducta adecuado, permitiendo que artistas con antecedentes de comportamiento misógino continúen trabajando sin supervisión.
Esta demanda se suma a una serie de acusaciones recientes contra Kanye West ya que en octubre de 2024, su exsistente Lauren Pisciotta presentó una demanda por acoso sexual, alegando que West convirtió su oficina en un «parque sexual» y la sometió a conductas inapropiadas en el lugar de trabajo.
Pisciotta también afirmó que West la drogaba y agredió sexualmente durante una fiesta organizada por Sean «Diddy» Combs; en respuesta a las acusaciones de Pisciotta, West ha negado rotundamente las afirmaciones, calificándolas de infundadas y señalando que planea contrademandar por extorsión.
Ahora bien, la inclusión de Universal Music Group en la demanda de Jenn An destaca una preocupación creciente sobre la responsabilidad de las discográficas en la supervisión del comportamiento de sus artistas, pues An acusa a la compañía de negligencia al no abordar adecuadamente las acciones de West, a pesar de su historial de comportamiento misógino. Este caso podría sentar un precedente sobre cómo las empresas discográficas manejan las acusaciones de mala conducta contra sus talentos y la implementación de códigos de conducta más estrictos.