En redes sociales se olvidaron de que los presidentes de México y de El Salvador, Andrés Manuel López Obrador y Nayib Bukele, estrecharían lazos para tratar un tema importante: La protección a los migrantes, especialmente los niños.
El encuentro ocurrirá luego de que el gobierno de López Obrador sostuvo reuniones con autoridades estadounidenses y centroamericanas sobre un nuevo plan acordado con Washington para contener el flujo de migrantes ilegales.
Pero eso pasó a segundo término luego de que empezaran a ciurcular video e imágenes de quien es llamado el Presidente de los Millenians y quien se ganó el mote de el presidente más cool y algunas agregan «guapo» del mundo.
Pero quién es y por qué ha causado revuelo a su llegada a México: Nayib Bukele, de 37 años, asumió la presidencia de El Salvador el 1 de junio. Fue alcalde de San Salvador de 2015 a 2018, impulsado por el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), del que fue expulsado en 2017. Como alcalde, se identificó con los millenialls. Proyectó en la capitalina plaza El Salvador del Mundo una película de Dragon Ball, y promovió participar en competencias de paintball o de juegos mecánicos extremos. Así es como lo resume Expansión y dibuja un perfil del presidente a su llegada a México.
Las redes sociales sociales han sido sus grandes aliadas. Desde que ganó las elecciones y hasta su toma de protesta, Bukele no dio ni una conferencia de prensa y lanzó sus mensajes vía Twitter. Si necesitaba dar una explicación más larga, recurría a Facebook Live.
Como presidente, el joven ha convertido a Twitter en su principal fuente de comunicación. A través de esta red social, Bukele ha despedido a decenas de familiares de integrantes de la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). También lo usa para hacer nombramientos.
Bukele es percibido como un político milénico de mucha popularidad, aunque ha sido criticado por no tener posiciones políticas concretas para respaldar su carisma ni querer participar en debates con otros candidatos a la presidencia, así como acusaciones de practicar populismo antisistema. Otros críticos han mostrado preocupación por la manera particular en que él emplea las redes sociales para responder a sus detractores
Con información de Vanguardia