Los hermanos Lyle y Erik Menéndez, encarcelados en Estados Unidos tras un mediático juicio por el asesinato de sus padres en 1989, podrían ser liberados luego de que su caso será reabierto, en medio del interés por su caso ha resurgido gracias a una serie de Netflix titulada Monstruos.
La muerte a tiros del magnate de la música y ejecutivo de la productora RCA, José Menéndez, y su esposa Kitty en su casa de Beverly Hills, y los posteriores juicios televisados de sus hijos, acapararon titulares a principio de los años 1990. Ahora, la expectación por su historia ha revivido de la mano de la serie «Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez» de Netflix, que también les ha dedicado un nuevo documental.
Con 18 y 21 años en el momento de los hechos, ambos hermanos declararon entre lágrimas que habían matado a sus padres tras sufrir años de abusos sexuales a manos de su papá. Fueron condenados por asesinato y cumplen cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional desde 1996.
Ahora, 35 años después los familiares de los hermanos Menéndez exigen que sean liberados, principalmente su tía Joan Andersen VanderMolen, hermana de Kitty, madre de Lyle y Erik, y su prima, Karen VanderMolen, quienes hicieron una conferencia de prensa afuera de la Corte de Los Angeles, California, para pedir que el caso sea reabierto.
«A medida que salían a la luz los detalles de los abusos sufridos por Lyle y Eric, quedaba claro que sus acciones, aunque trágicas, eran la respuesta desesperada de dos niños que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre», dijo este miércoles Joan VanderMolen, su tía de 92 años.
«Lyle y Erik ya han pagado un precio muy alto, desechados por un sistema que no supo reconocer su dolor», añadió en una rueda de prensa a la que asistieron una treintena de familiares de los hermanos Menéndez.https://d-2985697338606102714.ampproject.net/2410081535000/frame.html
El juicio inicial, que comenzó en 1993, fue uno de los primeros casos de asesinato televisados que coparon los titulares de los periódicos de todo el mundo. Tras un juicio nulo debido al desacuerdo del jurado, los hermanos fueron declarados culpables en un segundo procedimiento. La fiscalía los acusó de asesinar a sus padres para heredar su fortuna de 14 millones de dólares.
El año pasado, los abogados de los hermanos interpusieron una moción en la que presentaban nuevas pruebas que, según ellos, demuestran los abusos cometidos por José Menéndez, incluida una carta escrita por Erik a su prima Karen.
La defensa ha pedido que se vuelva a dictar sentencia, lo que podría suponer la excarcelación de sus clientes dado el largo tiempo que han pasado entre rejas. Incluso los fiscales aseguraron en un comunicado el miércoles que el sistema de justicia penal de Los Ángeles «ha desarrollado una comprensión más moderna de la violencia sexual desde que los hermanos Menéndez se enfrentaron por primera vez a la acusación».
«Hoy en día, nuestra oficina reconoce que la violencia sexual es un problema generalizado que afecta a innumerables personas, de todas las identidades de género», escribieron, confirmando que el caso está siendo revisado en múltiples frentes. A principios de este mes, el fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascon, dijo a los periodistas que tenía «la obligación moral y ética de revisar» el proceso. La nueva audiencia está prevista para el 29 de noviembre.
ExMenudo denuncia a José Menéndez de pedófilo y violador
Aunado a las nuevas presentadas por la defensa de Eric y Lyle, Joy Roselló, se sumó a la denuncia en contra de José Menéndez, quien como ejecutivo de la disquera RCA, aprovechó su puesto para abusar sexualmente de él, quien fuera miembro e la popular banda Menudo.
Roy contó que desde el día en que conoció a Menéndez supo que era un pedófilo y que la violación ocurrió en la casa en donde vivían los hijos del productor, pues incluso vio a uno de ellos. El exmiembro de Menudo iba acompañado del mánager de la banda, Edgardo Díaz, quien no les permitía beber ni ingerir drogas.
Sin embargo, aquel día le sirvieron una copa de vino y se la tuvo que tomar. «Edgardo era en contra de todas esas cosas, pero ese día no, ese día yo tenía que tomar esa taza de vino completa. Ahí yo comencé a marearme, comencé a ver todo nublado, desenfocado. Ahí yo sentí a alguien cargándome, y esa persona era José Menéndez que me estaba cargando y me estaba llevando para el cuarto de él para violarme«.