El huracán Helene ha dejado una trágica estela de destrucción en el sureste de Estados Unidos, con un saldo devastador de al menos 200 personas fallecidas, según reportó The Associated Press. Todavía hay personas desaparecidas y las labores de búsqueda continúan en las áreas más afectadas.
La Casa Blanca, en respuesta, ha activado una operación a gran escala para atender a las víctimas del desastre. CNN reportó que el presidente Joe Biden visitará Florida y Georgia para evaluar los daños y coordinar el apoyo federal. Además, aprobó asistencia federal para las zonas más afectadas.
De acuerdo con The Guardian, Biden comentó al sobrevolar los estados afectados que “se pueden ver casas que han sido movidas claramente de un lado del río al otro, convertidas en pilas de escombros”.
El impacto del huracán se ha concentrado con especial fuerza en Carolina del Norte, donde los servicios y la infraestructura han sido severamente golpeados. Patch aportó que en esta región, específicamente en el condado de Buncombe, al menos 61 residentes han perdido la vida. El apoyo humanitario sigue llegando, con la Guardia Nacional desplegando suministros vitales a las zonas más aisladas.
La situación es crítica, pues cerca de un millón de personas continúan sin suministro eléctrico en los estados sureños. PowerOutage.us informó que solo en Carolina del Sur hay 379.000 clientes sin servicio, seguido por Carolina del Norte y Georgia que cuentan con aproximadamente 292.000 y 250.000 damnificados, respectivamente.
Este evento ha dejado a comunidades enteras en una situación tanto de aislamiento como carencia, mientras funcionarios gubernamentales piden a la población que conserve agua, en particular en los lugares bajo órdenes de hervirla.
“Los soldados acelerarán la entrega de suministros vitales de alimentos, agua y medicamentos a comunidades aisladas de Carolina del Norte; tienen la mano de obra y las capacidades logísticas para realizar esta tarea vital, y rápidamente. Se unirán a cientos de miembros de la Guardia Nacional desplegados bajo las autoridades estatales en apoyo de la respuesta”, dijo Biden en un comunicado.
En comparación con otros desastres, Helene emerge como una de las tormentas más mortíferas en la historia reciente de Estados Unidos, posicionándose como la segunda después de Katrina. USA Today también advierte sobre estudios que estiman que las consecuencias fatales de Helene podrían incrementarse con el tiempo.
Con la llegada inminente del huracán Kirk, con proyecciones hacia la costa este del país, las autoridades mantienen un seguimiento de los patrones climáticos. El Centro Nacional de Huracanes advirtió sobre la posibilidad de olas peligrosamente altas a lo largo de esta región para el fin de semana, lo que representa un nuevo desafío para las ya afectadas comunidades costeras.
“Es probable que estas marejadas provoquen olas potencialmente mortales y corrientes de resaca”, advirtió la institución.
Paralelamente, la presencia política estadounidense ha estado presente en las zonas de desastre, donde figuras como la Vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump llegaron.