Matamoros, Tamaulipas.- El revolucionario matamorense, Catarino Erasmo Garza Rodríguez ya “descansa en paz” bajo el busto que se le construyó en el Puente Nuevo y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ya está tranquilo tras concluir la encomienda de tener los restos del fronterizo en su tierra natal.
En su última visita a la ciudad de Matamoros, López Obrador encabezó un acto que durante su sexenio fue primordial: devolver a Matamoros a Garza Rodríguez.
Los días de expectativa, que empezaron desde el sábado pasado con el cierre del Puente Nuevo, terminaron hoy con la llegada del mandatario.
Bajo un fuerte operativo, López Obrador aterrizó en el Aeropuerto Internacional Servando Canales y luego fue trasladado en una unidad, escoltada, hacia la zona del cruce internacional.
Ciudad
dividida
Desde temprana hora, a eso de las 10:00 de la mañana, arribaron los primeros “Amlovers” a la avenida Álvaro Obregón con la ilusión de que el presidente los saludara.
Tiempo más tarde llegaron los empleados y jueces del Poder Judicial de Matamoros a gritar “dictador”, lo que ocasionó fricciones entre los seguidores de AMLO.
Aunque no pasó a mayores, la ciudad, esa parte que se reunió ahí, estuvo dividida desde antes y después del acto cívico.
También se hicieron presentes Mayra Torres y Margarita Benavides, madres de Leslie Alejandra y Karen, víctimas de feminicidio, tratando de ser atendidas por López Obrador para demandarle justicia, pero no fue así.
Amor con
amor
López Obrador llegó acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, y de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, además de otras autoridades.
““Amor con amor se paga, le expresamos hacia el final de su responsabilidad como el mejor presidente de México, tenga la seguridad que permanecerá en nuestra memoria y contará siempre con el amor de Tamaulipas”, le expresó el gobernador de la entidad, Américo Villarreal.
Claudia Sheinbaum, quien está a días de tomar las riendas del país, destacó que la Cuarta Transformación es de símbolos y que con estos actos, el silencio histórico se convierte en una voz.
¡Es un
honor!
En su turno, López Obrador recalcó que no había elaborado un discurso, pero explicó por qué ordenó rescatar los restos de Catarino Erasmo, que estaban en Panamá.
En la recta final agradeció a los que participaron en la investigación para hallar al revolucionario y traerlo de vuelta a esta región fronteriza.
“Yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó”, citó.
Al final se colocaron los restos de Catarino Erasmo en el busto y así culminó el evento.
Decenas de personas esperaron que saliera el mandatario para saludarlo, logrando verlo por unos segundos a bordo de una camioneta.
Por EnlaceMx