En tanto, en el municipio de Buenavista Tomatlán, colindante con Apatzingán y el principal productor de limón mexicano, operan 24 empacadoras que han accedido a “pagar cuotas” (extorsión) a los “agentes externos” para continuar con sus operaciones y surtir de limón al mercado nacional.
El Comité Nacional del Sistema Producto Limón Mexicano también reveló que en el municipio de Múgica, distante a 20 kilómetros de Apatzingán, trabajan 13 empacadoras que al igual que en el caso de Buenavista pagan extorsiones al crimen organizado.
Sin embargo, en el municipio de Parácuaro, localizado entre Apatzingán y Múgica, cinco empresas empacadoras realizan con normalidad sus operaciones, aunque hasta el momento no han reportado extorsiones.
De acuerdo con un informe de la Mesa Estatal de Seguridad, los grupos criminales que se disputan el control de las extorsiones en Apatzingán son el Cártel de Los Caballeros Templarios, Cártel de Acahuato y Cárteles Unidos (Integrado por sus brazos armados de Los Viagras y Blancos de Troya).
En Buenavista, el informe ubica a Cárteles Unidos como la principal organización que controla el cobro de cuotas, aunque en el caso del poblado de La Ruana -cuna de los civiles grupos de autodefensa que se levantaron en armas en febrero del 2013 contra el narcotráfico-, el territorio es controlado por el Cártel de Tepalcatepec.