El pasado 4 de julio, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo presentó a la tercera parte de su gabinete, entre cuyos integrantes destacó la designación de Mario Delgado Carrillo como futuro titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP): “Sé que va a desempeñar un gran papel al frente de la secretaría, en donde van a estar algunos de los programas prioritarios que vamos a desarrollar”, dijo la morenista durante la conferencia.
Al respecto, el aún presidente nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se dijo muy honrado por la confianza que Claudia Sheinbaum depositó en él para ser titular de tan importante instancia. Durante su discurso de agradecimiento, Delgado dijo que será aliado del magisterio y trabajará de la mano con los maestros para resolver algunas de las peticiones que quedarán pendientes en esta administración.
“La acompañaré y la apoyaré con toda mi lealtad y todas mis capacidades para profundizar el proceso de transformación en el vital sector educativo en México. Pondré lo mejor de mí para cumplir y superar con creces las tareas que se me han encomendado. Lo haré con todo mi empeño y con amor por mi país. No fallaremos, no mentiremos, y no traicionaremos al pueblo de México”, dijo después en redes sociales.
La designación de Mario Delgado al frente de la SEP fue bien vista por los rectores de universidades estatales, integrantes de Morena e incluso el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pero no así por la facción disidente de éste último. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rechazó de inmediato el perfil del próximo secretario e incluso hicieron un llamado a protestar para recordarle que él fue de los legisladores que aprobó la mal llamada Reforma Educativa del sexenio de Enrique Peña Nieto.