Morgan Freeman ha sido el encargado de conectar al mundo con la historia de Qatar en una ceremonia inaugural en el Al Bayt emotiva y que pretendía dar a conocer este país a través del fútbol y su cultura. Un dialogo con un joven qatarí discapacitado ha servido para lanzar un mensaje de unión y concordia, todo ambientado con música tradicional y con mucho colorido.
La sorpresa ha sido la presencia de las mascotas del Mundial y el recordado Naranjito bailando al son de Dreamers a cargo de la famosa estrella del pop surcoreano Jung Kook, de BTS, y del cantante catarí Fahad Al Kubaisi.
No ha faltado referencia al waka-waka y otros éxitos de Shakira, que sonaba en el estadio pero sin la presencia de la artista colombiana, que decidió declinar su participación a última hora.
El encargo de entrar la Copa del Mundo al estadio ha sido el francés Desailly poco antes de que un ejército de espadas láser diera la bienvenida a los 32 equipos participantes con cánticos reconocibles por cada selección y donde no faltó el «yo soy español, español, español».
Mientras se mostraban rostros reconocibles de glorias de los mundiales, con especial protagonismo para Diego Armando Maradona.
Mundo Deportivo