Una conferencia matutina que se auguraba somnífera (otra vez) tuvo tremendo levantón cuando irrumpió un invitado especial… ¿otra vez Nino Canún para hacer lo que el Papa a los líderes de Sudán? No, está vez estuvo de alarido, ya que a AMLO se le apareció el diablo: nada menos que el polémico periodista Jorge Ramos.
Al igual que para muchos mexicanos, para Jorge Ramos la situación de violencia e inseguridad en México sigue del cocol: 8 mil 524 personas fueron asesinadas en los primeros tres meses del gobierno de la Cuarta Transformación, “si continúan las cifras como van, el 2019 va a ser el año más sangriento de la historia moderna de México”, advirtió Ramos ante un AMLO con cara de “pa’ qué le dieron el micro a este güey”.
Y bueno, después de agradecer la ayuda que la 4T le brindó ahora que el gobierno de Maduro lo entambó, echarle una indirectota por andar acosando a los medios al solicitar las fuentes del periódico Reforma y pronosticar que para que la Guardia Militar… digo, Nacional dé resultados van a faltar unos cuantos años, Ramos preguntó al presidente, “¿qué acciones tiene a corto plazo para evitar que se siga regando el mole en México?”.
Ehrrrrrrr… “estamos trabajando todos los días, como nunca. Antes los presidentes no se levantaban temprano para atender el principal problema que es la inseguridad y violencia. Yo, desde que tomé posición, todos los días (de L a V) tengo una reunión con el gabinete de seguridad… ¡todos los días!”, presumió el mandatario.
Según AMLO, las desmañanadas que diario se pone no son nomás para ver el himno nacional (aunque no lo cante) en el 2… también son para recibir información de los delitos que se comenten en todo el país y, con ese saber… pues nada. “De seguir así, va a ser el peor año”, insistió Jorge Ramos, a lo que el presidente aseguró que ya se tiene controlada la situación “de acuerdo a nuestros datos”.
“Los datos que yo tengo dicen otra cosa: no están controlando, al contrario, siguen muriendo muchos mexicanos”, refutó el periodista… dando lugar para que AMLO sacara la vieja confiable: culpar a las pasadas administraciones.
“Sí, nos dejaron un país con mucha violencia: había impunidad y mucha corrupción… que ya no hay. “¡Cómo fregados no!”, interrumpió Ramos… no de esta forma, pero poco le faltó.
Y bueno, López Obrador siguió y siguió dándole vueltas al asunto para ver si Ramos ya le daba el avión: que ya se cambió de estrategia, que ya se representa al pueblo, que ya hay empleos y se atiende a los jóvenes y al campo, etcétera.
“Creció la violencia al mismo tiempo que creció la corrupción (…) y con la política neoliberal que ya cancelamos, porque fue una política de pillaje, apenas se creció en 36 años al 2% anual. México fue de los países con menos crecimiento económico… y si no hay crecimiento económico, no hay empleos y si no hay empleos, no hay bienestar y si no hay bienestar, no puede haber paz”, explicó el presidente…
Ante tan poco convincentes argumentos, Ramos continuó contradiciendo a AMLO, señalando que los asesinatos y la violencia en el país sigue aumentando… pero bueno, ninguno de los dos quiso aflojar: Ramos aplicando el “yo también tengo mis datos”, mientas que AMLO le mostraba sus gráfica. Todo un espectáculo que concluyó con las partes aceptando que no se ha acabado con el problema de la inseguridad y, ahí sí, no hay nadie que diga lo contrario.
“Reforma protegía a gobiernos del periodo neoliberal, tengo pruebas de que ayudó a legitimar el fraude electoral de 2006 y apoyó mi desafuero. Porque es un periódico conservador. Pero independientemente de esa postura conservadora, cuyo distintivo es la hipocresía, siempre se les va a garantizar el derecho a expresarse, nunca jamás vamos a atentar en contra del periodismo”, aseguró el presidente.
Una declaración que seguramente le va a traer muuuuuuuuuuuuuuuuuuchas críticas. Guarden este tuit… digo, esta nota.
fuente: sopitas