Matamoros, Tamaulipas.- Después de navegar por los siete mares y rodar por las calles de Matamoros, Edelmiro Peña Galvan dejó el mundo y un vacío entre sus familias y sus amigos ciclistas quienes lo reconocen por ser el “serrucho mayor” por su apoyo en cada ‘pedaleada’ por este municipio fronterizo.
“El 7 mares”, así lo conocían, fue sepultado este viernes en el Panteón Nuevo, pero antes, un momento antes de partir para siempre, ‘vivió’ su última rodada en compañía de sus seres queridos y sus ‘compas’ ciclistas, aquellos que pasaron largas tardes y noches con él recorriendo la ciudad en ese medio de transporte que se llama bicicleta.
“Como soy el 7 mares, hay que navegar”, decía Edelmiro, según una confesión de Omar Guzmán Moreno, conocido como el ‘Monster’.
Sus restos fueron velados en la Funeraria Rosario, ubicada en la calle Sexta, y al mediodía fueron colocados en la carroza para ser conducido al camposanto flanqueado por sus parientes y varias “bicis” en donde iban los que convivieron con él en el último tramo de su vida.
A su casa y
al panteón
Antes de salir, a uno de sus nietos se le colocó la camiseta que usó durante su participación en el movimiento y que en la parte de espalda trae la leyenda “Peña 7 Mares”, además de “Bicisalud Matamoros”, como también un casco de seguridad.
“Platicaba mucho, nos hacía reír”, expresó Omar.
Para no perder la costumbre y que no se olvide el sentimiento de apoderarse de las calles de esta localidad, se le llevó desde la funeraria hasta su casa, unas cuadras adelante, y de ahí a “Los Tomates” donde descansará.
Al llegar al panteón, el mariachi sonó sus instrumentos y, en señal de homenaje y muestra de cariño, se levantaron las bicicletas para que las llantas apuntaran al cielo.
¡Viva ‘El 7 Mares’!, gritaron cuando ya la tierra había sido echada sobre el féretro y las lágrimas derramadas.
A “Él 7 Mares” se le recordará por su vibra positiva en cada rodada, en cada pedaleo, en cada cierre de calle para que el contingente de ciclistas avance libre por Matamoros.
Por EnlaceMx