Fuente/MVS
En un comunicado, explicó que estos sistemas automatizados de aspersores rocían una solución desinfectante en aerosol sobre las personas que se ubican en su interior para protegerlos, “pero podría ser insuficiente para inactivar al virus, y el aerosol generado facilita la diseminación del coronavirus aumentando su dispersión en la ropa, cabello o pertenencias de las personas que pasan por el túnel”.
La dependencia explicó que la inhalación de sustancias desinfectantes puede causar, entre otras cosas, daños a las vías respiratorias, tos, estornudos e irritación de los bronquios, desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas. Indicó que estas tecnologías “podrían generar una falsa sensación de seguridad de las personas y descuidar medidas básicas de prevención como lavado frecuente de manos, uso de etiqueta respiratoria y mantener una sana distancia”.
Por ello, no recomienda el uso y diseminación de estos arcos y túneles hasta que sea evaluada científicamente su efectividad, así como sus riesgos y beneficios.