Fuente/El Pais
No es una guerra de cifras sino una guerra contra el virus. Una guerra sanitaria, social, psicológica y económica. Las estadísticas son sin embargo el termómetro con el que la sociedad mide y entiende la gravedad de la pandemia. Y Madrid, que este domingo sobrepasó los 1.000 fallecidos y los 9.700 infectados, sigue siendo la comunidad autónoma más castigada. Con 1.021, absorbe el 60% de los 1.720 muertos en territorio nacional y el 7,5% de los 13.500 de fallecidos en el mundo.
En un intento desesperado por atajar ese número de muertos y contagiados, las autoridades han elegido el recinto ferial de Ifema como zona cero para combatir a la Covid-19. El martes esperan que esté funcionando a pleno rendimiento el que va a ser el mayor hospital de España, según Juan José Pérez Blanco, coordinador de la construcción de este centro médico de emergencia.
El hospital de Santiago de Compostela cuenta con 1.395 camas, el Virgen del Rocío de Sevilla con 1.350 y el Gregorio Marañón de Madrid, 1.349.
El nuevo de Madrid tendrá 1.300 camas para pacientes convencionales y 96 de cuidados intensivos (UCI) en los pabellones 5, 7 y 9. El primero de ellos está ya recibiendo pacientes -66 hasta este domingo- desde últimas horas del sábado con dos centenares de camas. Los 35.000 metros del 7 y el 9 serán el motor principal del hospital. Cuenta con zonas para camas, zonas para enfermería y zonas de trabajo médico. Hay, además, aparte, un gran almacén de 21.000 metros cuadrados desde el que se va a centralizar el reparto de todos los equipos de protección individual (EPI) de la Comunidad de Madrid. Son datos ofrecidos por Pérez Blanco en unas declaraciones enviadas a los medios de comunicación por el Gobierno regional.
En un principio los pacientes serán derivados desde otros hospitales de la región pero, explican fuentes sanitarias, acabarán llegando a Ifema personas con síntomas desde sus domicilios. Por eso habrá una zona de triaje. Como laboratorio han decidido usar el del hospital de La Paz. Del cáterin tanto de ingresados como de profesionales se encargará el de Ifema. De la estructura de los módulos se ha encargado el personal de institución ferial madrileña y la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha colaborado con la instalación de baños y duchas. Si fuera necesario, las autoridades tienen a su disposición el pabellón 1 y el 3. En el pabellón 14 funciona desde el viernes un albergue que acoge a 150 personas sin techo para evitar que sigan durmiendo en la calle.
Piden personal sanitario
La puerta principal de Ifema estaba este domingo custodiada por la Policía Municipal, pero la situación era de tranquilidad. El movimiento de ambulancias, vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), furgonetas, camiones y trailers de todo tipo era incesante a lo largo de la mañana por diferentes accesos. Algunos de los médicos tanto del turno de mañana como de tarde que han sido llamados para empezar a trabajar tuvieron que dar media vuelta ante la falta de pacientes. Han de esperar, explicaron, a que avancen los trabajos.
La Comunidad de Madrid ha hecho un llamamiento público a aquellos médicos, enfermeros y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería que estén interesados en trabajar en el nuevo centro. Para ello han habilitado una dirección de correo electrónico: ifema.covid@salud.madrid.org
“Todavía no hay suficientes pacientes”. En el hospital hay ingresadas solo unas sesenta personas, contaron Helena, de 28 años y de Toledo, y Sara, de 28 y de La Coruña. Son dos de los médicos residentes de cuarto año que este domingo regresaban a casa a esperar que las llamen de nuevo. “Estamos con muchas ganas de ayudar”, cuentan estas dos sanitarias del centro de salud de Bustarviejo y el hospital de La Paz.
La coordinación entre distintas administraciones, empresas proveedoras, la Unidad Militar de Emergencias (UME), emergencias y personal sanitario es el pilar de este nuevo hospital de Madrid. Todo un reto logístico. “A nivel sanitario no conozco nada” igual, señala Juan José Pérez Blanco refiriéndose a la rapidez con la que se ha organizado todo. “El viernes esto era un erial”.