Diogo Jota, delantero del Liverpool de 28 años, y su hermano André Felipe, de 26 y jugador del Penafiel, fallecieron esta madrugada en un trágico accidente la provincia de Zamora, en España.
Ambos viajaban en un Lamborghini que, según las primeras investigaciones, habría sufrido un reventón de neumático al intentar adelantar, provocando una salida de vía y posterior incendio.
El dolor por la tragedia se intensifica al saberse que Jota se había casado apenas 12 días antes con Rute Cardoso, su pareja de toda la vida y madre de sus tres hijos.

“Sí, para siempre”, escribió el atacante en su última publicación en redes sociales, acompañada por emotivas imágenes del enlace celebrado el 22 de junio.
Jota y Rute se conocieron desde muy jóvenes en Portugal y construyeron una familia que lo acompañó durante toda su carrera, desde sus inicios en su país natal hasta su etapa en Inglaterra, primero en Wolverhampton y luego en Liverpool.
Discreta, alejada del foco mediático, Rute siempre fue su gran apoyo. Hoy, ella y sus tres hijos enfrentan una pérdida devastadora, al igual que los padres de los futbolistas, que han perdido a sus dos hijos en un mismo día.
El mundo del futbol, aún incrédulo y herido, despide no solo a un gran jugador, sino a un hombre que celebraba el comienzo de una nueva etapa familiar que el destino truncó de forma brutal.