
Matamoros, Tamaulipas.- El padre Francisco Gallardo López, encargado de la pastoral de movilidad humana en la Diócesis de Matamoros-Reynosa, expresó su profunda preocupación ante la creciente desprotección que enfrentan las familias migrantes, en especial aquellas que sufren procesos de separación o carecen de documentos regulares.
“Desde nuestro lugar de servicio, vemos con tristeza las reacciones sociales inmediatas que provocan estas situaciones. Son problemas muy difíciles, complejos, que afectan no solo a las familias directamente involucradas, sino también a las comunidades que las rodean”, señaló el sacerdote.
Gallardo López advirtió que las consecuencias del fenómeno migratorio van más allá de la movilidad territorial: afectan directamente la salud emocional, física y espiritual de las personas.
“¿Cómo se favorece a una familia que se queda desprotegida? A veces algunos hijos quedan con el papá, otras con la mamá, o hermanos y hermanas quedan solos por falta de documentos. Es una situación sumamente grave”, subrayó.
El sacerdote insistió en que más allá de cualquier estatus migratorio, los migrantes son personas que deben ser tratados con dignidad.
“Yo creo que como personas tienen mucho valor como seres humanos, y se les tiene que respetar. No podemos despojarlos de ese reconocimiento básico”, afirmó.
En su labor pastoral, Gallardo López ha sido testigo del sufrimiento que enfrentan muchas familias migrantes en tránsito o asentadas en la frontera, y hace un llamado a las autoridades, a la sociedad civil y a las comunidades religiosas a mantener la solidaridad y la empatía como ejes rectores en el trato a quienes se ven forzados a migrar.
Por EnlaceMx