
La ciudad se abastece principalmente del río Bravo, pero la falta de precipitaciones importantes en la región norte del estado y del país ha impedido que las principales presas se recuperen, especialmente la presa Falcón, que desde hace varios años se mantiene en niveles alarmantemente bajos.
Marco Antonio Hernández Acosta, gerente general de la Junta de Aguas y Drenaje (JAD), explicó que están a la espera de alguna tormenta o ciclón que se registre aguas arriba de Matamoros, especialmente en la zona de Nueva Ciudad Guerrero, lo cual permitiría captar escurrimientos suficientes para alimentar la presa Falcón.
«Este verano no consideramos necesarios racionamientos drásticos, pero seguimos en condiciones preocupantes. Para el próximo año, si no llueve adecuadamente, sí será inevitable tomar medidas más severas», señaló.
Actualmente, el abasto para la población está garantizado. El sector agrícola es el que corre mayor riesgo, ya que depende en mayor medida del volumen almacenado en presas.
El gerente también explicó que el problema se agrava por la falta de infraestructura para retener el agua en la región:
“El control de las aguas está en Ciudad Guerrero. Todo lo que fluye de ahí hacia abajo, hacia Matamoros, no puede ser retenido ni almacenado. Ese caudal se desperdicia porque no hay forma de captarlo», concluyó.
Por EnlaceMx