
Rosario, Argentina.— Natalia Ocampo (47) fue asesinada de dos tiros en la cabeza y uno en el pecho el domingo pasado, cuando estaba en su casa de la zona oeste de Rosario junto con su novio César Valenzuela (48), que también fue ejecutado de varios disparos.
Quien mató a las víctimas fue, para la investigación que lleva adelante el fiscal Alejandro Ferlazzo, Aníbal Ramón Cabaña (61), el ex marido de la mujer, que ya fue imputado y quedó preso. Entró con la llave, acribilló a ambos y horas después se entregó ante la Policía.
Incluso indicó el lugar preciso en el que había escondido el arma que usó: en el tanque de agua de la propiedad de una de sus hermanas. Dos semanas antes del doble crimen había amenazado de muerte a Natalia, después de que ella le comunicara que quería separarse por estar conociendo a otra persona.
Entre las denuncias radicadas ante la Justicia provincial, Natalia expuso que su –por entonces– esposo había atentado contra su domicilio, situado en Uruguay al 5300, en barrio Triángulo. En un caso, a través de disparos. En otro, con una bomba molotov.
La mujer, dos semanas antes de ser asesinada, hizo la última presentación judicial contra su ex marido. Fue por amenazas simples. Explicó que Aníbal Cabaña se presentó en la puerta de su propiedad –en la que habían vivido juntos–, le hizo señas de que la iba a degollar y le dijo que era una “put*”.
Fuente: Infobae