
Desde un inicio, en voz del corista de El Malilla quien revisaba los toques finales junto con el DJ que lo acompañaba y tomó el micrófono, se supo lo que habría en Coachella esta noche: mucho perreo, demasiado, hasta cansarse.
“Coronada” fue la elegida para arrancar la velada de 45 minutos en la que “El Malilla” brincaba de un lado a otro demostrando su capacidad física y alzando continuamente su brazo izquierdo para arengar al público.
“Buenas noches para todo el mundo, es un placer estar aquí, ¿dónde están los latinos esta noche?, ¿los mexicanos?”, dijo en varias ocasiones.
La cámara del festival que seguía la presentación, continuamente enfocada la parte trasera de las seis bailarinas que acompañaban al mexicano. Así fue con la interpretación de “Tiki” y “Malisacatela”.
“Qué bonito Coachella, qué bonito ver sus caras, su amor, cómo son las circunstancias de la vida que nos venimos a encontrar aquí. Qué bonito salir de su pais y seguir un sueño, pero es más bonito no olvidarse de la tierra, yo también me siento orgulloso de ser mexicano”, dijo en algún momento.