
Un juez en California denegó este viernes la petición del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, de retirar la moción para que los hermanos Eric y Lyle Menéndez reciban una nueva sentencia.
El juez Michael Jesic del Tribunal del condado de Los Ángeles, llegó a dicha conclusión después de una ardua jornada en la que durante casi seis horas escuchó los argumentos de la Fiscalía y la defensa de los dos hermanos, condenados a cadena perpetua por asesinar a sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989.
“No creo que esta solicitud estuviera motivada por los vientos políticos”, dijo que juez haciendo referencia a las acusaciones tanto del ministerio como de la defensa de que el proceso se ha politizado debido al cambio de titular en la Fiscalía del condado de Los Ángeles.
El actual fiscal, Nathan Hochman, había pedido retirar la moción propuesta por su antecesor, el progresista George Gascón, para que haya una nueva sentencia para los Menéndez, por considerar que los hermanos no están rehabilitados.
A su vez, el fiscal adjunto Habib B. Balian aseguró hoy que la moción de Gascón estaba motivada por razones políticas, al producirse solo dos semanas antes de los comicios para elegir un nuevo fiscal.
“Hoy la justicia ganó sobre la política”, aseguró hoy Mark Geragos, abogado de los hermanos, a la salida del tribunal y agregó: “Este es probablemente el día más importante desde que (los hermanos) están bajo custodia”.
Los familiares de los hermanos salieron de la sala conformes con la decisión del juez y se mostraron ilusionados por las audiencias programadas para el 17 y 18 de abril, en donde se evaluarán las posibilidades de tener una nueva sentencia.
Los hermanos Menéndez, quienes actualmente cumplen cadena perpetua en una cárcel de San Diego, volverán a comparecer la próxima semana, aunque aún es incierto si lo harán de forma presencial o virtual.
A su vez, el 13 de junio tiene programadas audiencias independientes ante las juntas de libertad condicional del estado.
Los informes de estas audiencias serán enviados al gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, para ayudarle a decidir si los dos deben recibir clemencia, otra de las posibles vías de libertad que persiguen los condenados.