
En un comunicado, la Oficina de Medios del Ejecutivo gazatí precisó que sus equipos han contabilizado más de 1.7 millones de casos de enfermedades relacionadas con la falta de agua y saneamiento como diarrea, disentería y hepatitis A, así como la muerte de más de 50 personas, en su mayoría niños, por deshidratación y malnutrición.
«La ocupación (israelí) continúa privando deliberadamente a la población de la cantidad mínima de agua necesaria para la supervivencia al atacar sistemáticamente la infraestructura de agua, cerrando vías de suministro, destruyendo pozos y estaciones de agua, cortando la electricidad e (impidiendo la entrada de) combustibles necesarios», precisó.
El pasado martes, Médicos Sin Fronteras ya denunció que Israel había convertido la privación de agua en un arma de guerra contra la población de más de dos millones de personas.
Las autoridades gazatíes pusieron como ejemplo la interrupción de dos tuberías de la compañía israelí Mekorot que abastecían a la norteña ciudad de Gaza y el área central de la Franja, suministrando más de 35 mil metros cúbicos diarios a más de 700 mil personas.
«También cortaron la electricidad que alimentaba la planta desalinizadora en el área de Deir el Balah, provocando el corte completo de la producción de agua y exponiendo a unas 800 mil personas en la Gobernación Central y en Jan Yunis (sur) al riesgo de sed extrema», precisó la Oficina gazatí
Fuente: El universal