
La Casa Blanca se mantuvo firme en la política de deportaciones aplicada bajo la Ley de Enemigos Extranjeros y desacreditó al juez que las ha bloqueado, James Boasberg, y a los juzgadores en general que intentan frenar las acciones del presidente estadounidense, Donald Trump.
Los jueces de este país están actuando erróneamente. Tenemos jueces que actúan como activistas partidistas desde el tribunal. Intentan imponer políticas al presidente de Estados Unidos. Intentan claramente frenar la agenda de esta Administración, y eso es inaceptable”, dijo la portavoz presidencial, Karoline Leavitt.
En su rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca destacó que seguirán peleando en los tribunales las órdenes en su contra.
“Pero es increíblemente evidente que existe un esfuerzo concertado por parte de la extrema izquierda para elegir jueces que claramente actúan como activistas partidistas desde la magistratura en un intento por desbaratar la agenda de este presidente. No permitiremos que eso suceda”, advirtió.