
Acorde con la historia narrada por el hombre, fue alrededor de junio de 2024 cuando encontró una oferta para laborar como guardia de seguridad, puesto por el que le ofrecieron 13 mil pesos mensuales. Sin pensar que se tratara de algo inusual, acudió al lugar de cita: la terminal de autobuses de Tlaquepaque.
“Cuando nos llevaron de la terminal de Tlaquepaque, pasó un Uber por nosotros. De ahí nos llevaron a una casa que está cerca de ese lugar donde está el rancho. Ahí fue donde donde nos dimos cuenta que que no era el trabajo que nosotros íbamos porque había gente armada”, compartió en el medio ya citado.
El presunto sobreviviente del rancho de Teuchitlán detalló que, a cambio de terminar el adiestramiento y convertirse en sicario, les ofrecían un pago semanal de tres mil pesos semanales; es decir, 12 mil pesos al mes.
Aquellos que eran asesinados, aseguró, eran llevados a un cuarto denominado como “la carnicería”, donde eran desmembrados por otras personas que eran “entrenadas”. Después, eran incinerados. Las y los que se negaran a cumplir con las tareas, eran asesinados.
El lema ahí era que si no hay cuerpo no hay delito. Ese era su lema”, agregó.
Fuente: Infobae