
Matamoros, Tamaulipas – Cada segundo contaba. La vida de un niño de apenas dos años pendía de un hilo cuando paramédicos de Ambulancias Orduña recibieron el llamado de emergencia en la colonia Los Presidentes. El menor estaba en código rojo, y su única esperanza era la rapidez y pericia de los rescatistas.
Sin dudarlo, los paramédicos Jesús Martínez y Jesús García, junto con la directora Gabriela Orduña, pusieron en marcha un operativo contrarreloj. A bordo de la unidad 001, encendieron luces y sirenas, abriéndose paso entre el tráfico con una sola misión: llegar al hospital antes de que fuera demasiado tarde.

Los minutos parecían eternos mientras el pequeño luchaba por su vida. Dentro de la ambulancia, debido que convulsionó y con sus secreciones (saliva) el menor se ahogaba, los paramédicos no solo lo estabilizaban, sino que se aferraban a la esperanza de que lo lograría. ”¡No se nos va!”, se escuchó en la unidad mientras aceleraban hacia el Hospital General Dr. Alfredo Pumarejo.
Gracias a su intervención heroica, el menor recibió atención médica especializada al llegar al hospital. Aún no se ha revelado su estado de salud, pero lo que es seguro es que, sin la valentía y entrega de estos paramédicos, la historia podría haber tenido un desenlace trágico.
Una vez más, los héroes de Ambulancias Orduña demostraron que en su labor no hay imposibles, solo vidas por salvar.
Por EnlaceMx