El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la compra de un vehículo Tesla como muestra de respaldo a Elon Musk, CEO de la empresa de autos eléctricos y aliado clave de su administración. El gesto, que incluyó una exhibición pública de los modelos en los jardines de la Casa Blanca, genera controversia por su posible conflicto con las normas éticas gubernamentales y su impacto en el mercado financiero.
Trump, acompañado por Musk, recorrió una exposición temporal de cinco vehículos Tesla, entre ellos el llamativo Cybertruck, al que calificó como “el diseño más genial”. Aunque no realizó una prueba de manejo, el mandatario aseguró que adquirirá un sedán rojo, pagándolo con cheque, y no descartó conducirlo en el futuro. “Elon Musk está ‘jugándosela’ para ayudar a nuestra nación”, declaró Trump en su red social Truth Social, criticando a quienes buscan boicotear a Tesla.
Este respaldo explícito a una marca privada es inusual para un presidente en funciones. En 2017, la entonces asesora Kellyanne Conway fue amonestada por promover la línea de ropa de Ivanka Trump, hija del mandatario. Ahora, la compra de un Tesla por parte de Trump podría violar normas éticas, aunque la Casa Blanca no ha emitido comentarios al respecto.
El apoyo de Trump llega en un momento crítico para Tesla, cuyas acciones han caído un 15 por ciento en semanas recientes. Afectadas por las protestas globales contra Musk por su influencia política y su respaldo a partidos de extrema derecha, como la AfD en Alemania. Además, las instalaciones de Tesla han sufrido vandalismo, incluyendo incendios en estaciones de carga.
