Migrantes, activistas y asociaciones religiosas permanecen en estado de alerta en uno de los principales cruces de la frontera de México con Estados Unidos, Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, en vísperas de que Donald Trump asuma la presidencia de ese país, el 20 de enero, y concrete sus advertencias de deportaciones masivas.
A tres días de que Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos, el temor y la incertidumbre se han apoderado de los migrantes que permanecen en la frontera norte de México.
Con un marcado discurso antiinmigrante, las declaraciones de Trump han generado preocupación entre los migrantes que esperan cruzar de manera legal y las organizaciones que les brindan apoyo.
Desde que se intensificaron los flujos migratorios en la región, las organizaciones promigrantes han enfrentado desafíos constantes.
Coronado subrayó que, aunque cuentan con experiencia para manejar situaciones de alta demanda, un aumento en las deportaciones o un cierre total de la frontera pondría a prueba las capacidades de todos los involucrados en el fenómeno migratorio.