El gobierno de Joe Biden extendió este viernes la vigencia del programa de protección temporal para cientos de miles de inmigrantes que les da derecho a residir temporalmente en Estados Unidos e impide que sean deportados.
La medida anunciada por el Departamento de Seguridad Interior beneficiará a los ciudadanos de Venezuela, El Salvador, Sudán y Ucrania que se encuentran actualmente en Estados Unidos bajo el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) cuando falta poco más de una semana para que Donald Trump asuma el poder y ocupe la Casa Blanca con la promesa de llevar a cabo «la mayor deportación de la historia de Estados Unidos».
Al TPS pueden acceder personas que enfrentarían dificultades extremas si se vieran obligadas a regresar a sus países de origen, ya sea por conflictos armados o desastres naturales en ellos.
Los beneficiarios del programa de El Salvador, Venezuela, Sudán y Ucrania quedan portegidos del riesgo de deportación por otros 18 meses, a partir del vencimiento de la protección actual, y les permite permanecer en Estados Unidos con permisos de trabajo siempre y cuando ya se encuentren en el país con el estatus de protección temporal.
En su primer mandato, Trump intentó poner fin al TPS para El Salvador, entre otros países, pero enfrentó desafíos legales. Su vicepresidente, JD Vance, prometió en la campaña «detener» la concesión del estatus de protección «en masa» de un programa que definió como ilegal.