El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conmutó penas a la mayoría de los presos que se encontraban en el corredor de la muerte, es decir, a la espera de su ejecución en prisiones federales.
“Hoy conmuto las sentencias de 37 de los 40 individuos que están en corredores de la muerte federales a penas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional”, dijo Biden en un comunicado publicado por la Casa Blanca.
Recalcó que esta medida “es consistente con la moratoria impuesta por la Administración a las ejecuciones federales, al margen de los casos de terrorismo y asesinato masivo por motivos de odio”.
“He dedicado mi carrera a reducir los crímenes violentos y garantizar un sistema de justicia justo y efectivo. Que no haya errores. Condeno a estos asesinos, lloro por las víctimas de sus actos despreciables y sufro por todas las familias que han sufrido una pérdida inimaginable e irreparable”.
Dijo que está “más convencido que nunca” que “debe detenerse el uso de la pena capital a nivel federal”. “En buena conciencia, no puedo quedarme de brazos cruzados y dejar que una nueva Administración retome las ejecuciones que paré”.
La medida de Biden excluye a Dzokhar Tsarnaev, uno de los responsables del atentado perpetrado en 2013 durante la maratón de Boston; Dylan Roof, un supremacista blanco que asesinó en 2015 a nueve personas en una iglesia frecuentada por fieles afroamericanos en Charleston, y Robert Bowers, quien asesinó en 2018 a once personas en una sinagoga de Pittsburgh.