El presidente estadounidense, Joe Biden, alertó este martes de que las políticas de su sucesor, Donald Trump, especialmente sus propuestas para recortar impuestos a los ricos y las grandes corporaciones, podrían suponer un “desastre económico” para Estados Unidos.
“Rezo a Dios para que el presidente electo descarte el ´Proyecto 2025´. Creo que sería un desastre económico”, declaró Biden, saliéndose del guion durante un discurso en el centro de estudios Brookings, en Washington, donde defendió su legado económico.
Biden alertó de los riesgos que algunas medidas de Trump podrían suponer para la economía estadounidense, en particular si se aplican las directrices del ´Proyecto 2025´, diseñado por la conservadora Heritage Foundation para un segundo mandato de Trump y que contó con la colaboración de asesores del expresidente, aunque posteriormente este intentó desvincularse.https://d-8434561343314974555.ampproject.net/2410292120000/frame.html
El mandatario consideró que Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero de 2025, deberá decidir entre seguir fortaleciendo a la clase trabajadora o favorecer a los ricos y a las grandes empresas.
“El resultado de esta elección nos sitúa en un momento crucial. ¿Continuaremos impulsando la economía desde abajo hacia arriba y desde el centro hacia fuera, invirtiendo en todos los estadounidenses, apoyando a los sindicatos y a las familias trabajadoras?”, planteó Biden.
Al respecto, argumentó que las inversiones en infraestructuras, manufactura y comunidades marginadas realizadas durante su mandato evitaron una crisis económica grave tras la pandemia de la covid-19 y, además, aseguró que estas medidas han sentado las bases para un crecimiento económico sostenible.
No obstante, advirtió que los recortes fiscales propuestos por Trump, combinados con reducciones en programas sociales y un aumento de los costes sanitarios, podrían poner en peligro estos avances.
Trump ha prometido ampliar los recortes de impuestos para las grandes empresas que introdujo en su primer mandato y propone reducir la tasa impositiva del 21 % al 15 % para las compañías que produzcan todos sus productos en Estados Unidos.