Tras asistir a un retiro espiritual, Marcela “N” falleció a los 33 años de edad, luego de que presuntamente le aplicaron veneno de una rana sudamericana como parte de un ritual, en Durango.
De acuerdo a algunos testigos, durante el ritual se realizan pequeñas quemaduras en la piel de las personas y luego se pone el veneno Kambó sobre estas con fines terapéuticos.
Sin embargo, aseguraron que Marcela “N” habría comenzado a sentirse mal tras el ritual, presentando vomito e incluso convulsiones, pero no fue atendida a tiempo pues decían “era parte del ritual” impidiéndole buscar ayuda.
Fue hasta que una amiga que se encontraba con ella la llevó al Hospital General 450 en donde finalmente falleció.
Este hecho ocurrió en el Centro Moyocoyani, en donde también se realizaban ceremonias de ayahuasca y hongos alucinógenos. Las autoridades identificaron a Jonathan “N” como el responsable de aplicarle el veneno a la mujer quien logró huir tras lo ocurrido.
La Fiscalía General del Estado tomó conocimiento del caso e inició la carpeta de investigación correspondiente.
El Kambó es el nombre que se le da a la secreción de la piel de la rana Phyllomedusa bicolor, una especie que se ubica en ciertas partes del Amazonas. Esta secreción es considerada como un peligroso veneno que es usado por diferentes tribus como parte de rituales espirituales o medicina tradicional, sin embargo, se ha advertido mucho tiempo el gran riesgo que conlleva su uso.
Aunque la ciencia no está en contra completamente de su uso, si alerta sobre algunos efectos secundarios que puede traer al cuerpo humano, como:
- Estimulación de actividad gastrointestinal
- Vómitos y/o diarrea
- Caída de presión sanguínea
- Taquicardia