La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que su Gobierno tiene un plan en caso de que el próximo presidente de EE.UU., Donald Trump, cumpla con su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas de migrantes.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo dejó en claro que su Administración recibirá a los mexicanos que sean deportados.
En caso de que hubiera deportaciones, nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, y tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello en demostrar que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso a la economía de EE.UU.”, recalcó.
“Tenemos un plan y lo estamos desarrollando sobre los distintos temas que vamos a tratar con la Administración del presidente Trump: comercio, migración, seguridad, hasta cuestiones culturales, de amistad, todo lo que tiene que ver con la relación bilateral y trilateral con Canadá en el caso del T-MEC”, sostuvo.
“A veces con una frase que no tiene un sustento se acusa a las y los mexicanos en EE.UU. (…) He leído que ‘la presidenta y su equipo no están preparados’, sí tenemos un plan, estamos preparados y en su momento cuando sea propicio vamos a hacer estas conversaciones con el equipo del presidente Trump”, lanzó.
Trump confirmó esta semana que utilizará a las Fuerzas Armadas e invocará una figura conocida como emergencia nacional, que otorga al mandatario poderes extraordinarios, con el fin de aplicar sus planes de deportación masiva de migrantes indocumentados.
El próximo presidente de EE.UU. confirmó sus planes en su red social Truth Social, en la que reaccionó con un “¡CIERTO!” a una publicación del activista conservador Tom Fitton, quien este mes había asegurado que la nueva Administración estaba planeando “declarar una emergencia nacional y usar activos militares” para llevar a cabo las deportaciones.
La campaña de Trump no ha ofrecido públicamente detalles específicos sobre cómo se ejecutarán estas deportaciones, aunque esa fue una de sus principales promesas durante la campaña electoral.
Para implementar este plan, Trump tiene previsto recurrir a la Ley de Emergencias Nacionales de 1976, que otorga al presidente poderes extraordinarios y le permite esquivar al Congreso para implementar medidas ante lo que debe ser percibido como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Trump ya utilizó este recurso durante su primer mandato en 2019, cuando declaró una emergencia nacional para redirigir miles de millones de dólares asignados al Pentágono hacia la construcción del muro fronterizo con México, una medida que enfrentó múltiples demandas judiciales.