Este martes el Estadio Nemesio Diez, en Toluca, Estado de México, recibirá el partido de vuelta entre la Selección Mexicana y la de Honduras, en los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Los catrachos tienen la ventaja en el marcador de 2-0, resultado que consiguieron el pasado viernes en el Estadio Morazán, en San Pedro Sula.
Pero de cara al inicio de esta llave, la semana pasada, en la Federación de Honduras lanzaron un mensaje contra la prensa mexicana, pero también una queja por la altura de la capital mexiquense, donde se ubica la también conocida como Bombonera, casa de los Diablos Rojos del Toluca.
«Dan pena algunos periodistas mexicanos, yo se que tienen que vender, pero solo le digo una cosa, nosotros no somos ni Brasil ni Alemania y nos llevan a jugar casi al cielo», dijo José Ernesto Mejía, secretario de la Federación de Futbol de Honduras, en charla con medios de aquel país.
«Si fuera un equipo tan superior nos llevarían a Monterrey o un lugar donde estemos en igualdad de condiciones. Vamos a jugar casi a 2,600 metros y si nos llevan ahí es porque hay algún temor», declaró Mejía.
En un comunicado publicado este lunes por la federación hondureña, se expone que la FFH condena la violencia que se suscitó en el Estadio Morazán, pero reiteró en que fue incitada, haciendo referencia a gestos que hizo Javier Aguire desde el campo.