La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) llegan este martes a las urnas no solo con dos visiones opuestas para el país, sino con dos personalidades antagónicas que polarizan Estados Unidos.
Trump gobernó a golpe de Twitter. Las redes sociales sirvieron de altavoz de sus políticas y ocurrencias, que llegaban a la población, muchas veces a horas intempestivas, sin el filtro de los medios tradicionales.
Su amplia exposición contrasta con el discreto rol desempeñado por Harris hasta que Joe Biden renunció en julio a la carrera a la reelección y ella le tomó el relevo. Ha estado tan a la sombra del mandatario que muchos ciudadanos la han empezado a descubrir en esta breve y acelerada campaña.
Trump aventaja a Harris por 5 puntos porcentuales entre los hombres y Harris le saca 11 puntos entre las mujeres. Esa última diferencia se eleva a 40 puntos entre las votantes de entre 18 y 29 años, anticipa un sondeo reciente de la cadena ABC News.
Los hombres, según Hollihan, parecen responder a la «tosquedad» de Trump, «su estilo machista y su percibida ‘dureza'». Estos mismos atributos, más su hostilidad hacia las mujeres y hacia su derecho a controlar sus decisiones en materia de salud reproductiva, parecen desanimar a las electoras, especialmente a las más jóvenes.