Una mujer fue detenida en Italia por haber presuntamente asesinado a su hija recién nacida en el retrete del baño de un apartamento situado en la localidad de Piove di Saco (Veneto), en el que vivía y dio a luz a la pequeña.
La mujer, de 29 años, acusada de homicidio agravado, dio a luz en el baño de la casa, que está situada justo encima de un club nocturno donde trabajaba desde mediados de verano. El apartamento lo compartía con varios compañeros de trabajo, según informan los medios locales.
Fueron dos de las personas que vivían con ella quienes llamaron a emergencias tras el parto y, cuando los servicios médicos llegaron a la vivienda, hallaron a la recién nacida dentro del retrete y se quedaron asombrados por el estado en el que se encontraba la mujer. La madre asegura que el bebé nació sin vida, pero a la policía no le convence esta versión y está investigando si su muerte fue posterior, según las mismas fuentes.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia, la mujer permanece detenida, bajo vigilancia constante, en el Hospital de Padua donde fue trasladada para realizarle una serie de revisiones médicas.
La policía ya ha registrado el apartamento que estaba a disposición del personal de la discoteca y también el local nocturno en el que trabajaba la acusada, donde también se ha realizado una inspección de trabajo.
Existen diversos factores que pueden llevar a una mujer a asesinar a sus hijos. Enfermedades mentales como la depresión postparto, la psicosis puerperal o trastornos de la personalidad pueden alterar el juicio y el comportamiento de una madre, llevándola a cometer actos impulsivos o irracionales.
La falta de apoyo social, la pobreza, el aislamiento, el abuso o la violencia doméstica pueden generar un gran estrés en una madre y llevarla a tomar decisiones desesperadas.
Un embarazo no planificado o no deseado puede generar sentimientos de culpa, vergüenza o miedo, que en algunos casos pueden llevar a conductas extremas. Experiencias traumáticas en la infancia, como el abuso sexual o físico, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales y comportamientos violentos en la edad adulta.