El gigante de la comida rápida McDonald’s dijo este lunes no ser una “marca política”, pero declaró su “orgullo” por la visita del candidato presidencial republicano Donald Trump a uno de sus restaurantes en Filadelfia, donde cocinó y vendió papas fritas luciendo un delantal para hacer campaña.
McDonald’s, cuya mayoría de locales operan bajo licencias de franquicia, dijo en un mensaje interno a sus empleados que no apoya a ningún candidato a las elecciones de EE.UU. y que simplemente siguió su política de puertas abiertas para todos después de que el responsable del establecimiento aceptara recibir a Trump.
“Aunque no somos una marca política, estamos orgullosos de oír acerca del amor del expresidente Trump por McDonald’s y los bonitos recuerdos de la vicepresidenta Harris trabajando bajo los arcos (de la letra M del logo)”, indicó la empresa en el mensaje, recogido por CNBC.
“Como hemos visto, nuestra marca se ha convertido en un tema de conversación en este ciclo electoral. Aunque no hemos buscado esto, es un testimonio del impacto de McDonald’s en muchísimos estadounidenses, agrega la firma, que asegura no ser “roja ni azul” (los colores de los partidos) sino “dorada”.
El franquiciado propietario del restaurante en cuestión, Derek Giacomantonio, hizo también una declaración en la que enfatizaba sus “puertas abiertas a todos” y explicaba que aceptó la propuesta de Trump de “observar la experiencia de trabajo transformadora que 1 de cada 8 estadounidenses han tenido: un trabajo en McDonald’s