Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dejó en claro que “no le desea mal a nadie“, tras ser cuestionado sobre la solicitud de cadena perpetua por parte de la Fiscalía estadounidense en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
“No me gusta opinar de eso. A mí no me gusta que nadie sufra, no le deseo mal a nadie”, argumentó esta mañana.
“Por eso puedo decir gracias a la vida, ya me falta muy poco y estoy cumpliendo mi misión”, puntualizó en el Salón Tesorería.
La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York subrayó el jueves que el exsecretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna, merece ser condenado a cadena perpetua y a una multa mínima de cinco millones de dólares, al acercarse la fecha de su sentencia, que el juez Brian Cogan leerá el 9 de octubre próximo.
En febrero pasado, García Luna fue declarado culpable de todos los cargos por los que se le acusaba relacionados con el narcotráfico, la delincuencia organizada y el falso testimonio ante las autoridades estadounidenses, lo que le podría costar entre 20 años de cárcel y la prisión a perpetuidad.
En su escrito en el que razonan su petición de condena, presentado al juez este jueves, la entidad judicial insiste en que García Luna, como responsable de distintos cargos de seguridad, “explotó su autoridad y su poder aceptando millones de dólares en sobornos de una organización que había jurado perseguir” (el cartel de Sinaloa) y que “promovió una conspiración para responsable de la muerte de miles de ciudadanos estadounidenses y mexicanos”.
La fiscalía también recordó que la cifra de muertes en el tiempo en que García Luna estuvo en el poder como secretario de Seguridad es de unos 62 mil estadounidenses víctimas de sobredosis, y de unos 60 mil mexicanos, y subrayó que “el hecho de que el acusado no manejara personalmente las drogas ni apretara el gatillo no es un factor atenuante, sino agravante (porque) se aseguraba que sus manos estaban limpias mientras servía los propósitos del cartel” de Sinaloa.
Además, le reprocha que “no solo no mostró el menor remordimiento por su conducta criminal, sino que cometió delitos adicionales de obstrucción a la Justicia una vez detenido”, pues le acusa de haber organizado “una trama clara de sobornos”.