Después de 12 horas de discusión y seis rondas de intervenciones, en una sede alterna -en la Sala de Armas, de la unidad deportiva Magdalena Mixhuca, ubicada en la alcaldía Iztacalco-, el Pleno de la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, aprobó, a las 04:24 horas del 4 de septiembre de 2024, la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación (PJF).
Los 359 votos a favor fueron emitidos por los integrantes de los grupos parlamentarios de los partidos Morena, Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y del Trabajo (PT). Mientras que los 135 sufragios en contra los emitieron los integrantes de Acción Nacional (PAN) -bajo protesta-, Revolucionario Institucional (PRI), Movimiento Ciudadano y de la Revolución Democrática (PRD).
Continuaba la discusión, en lo particular, con más de 610 reservas, presentadas por la oposición. Una vez aprobado el dictamen, sería enviada al Senado de la República, para su dictaminación, discusión y posible aprobación, primero en comisiones y luego en el Pleno. Tras ello, sería enviado al titular del Poder Ejecutivo Federal, para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Durante el debate, legisladores de la oposición acusaron diversas “ilegalidades” en la sesión, como que, según ellos, no había quórum para discutir la reforma judicial. Sin embargo, la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, presidida por Sergio Carlos Gutiérrez Luna, se negó a verificar dicha aseveración, afirmando que sí existía el número necesario para que el cuerpo deliberante aprobara la iniciativa.
Asimismo, los integrantes del grupo parlamentario del PAN en San Lázaro llamaron a la “resistencia”, mientras que vistiendo playeras y portando pancartas, se pronunciaron en contra de la reforma al Poder Judicial de la Federación.
En su turno, Ricardo Monreal Ávila, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, defendió la reforma al PJF, al señalar que, según él, no tocaría los derechos de los trabajadores y que México estaba construyendo un sistema de justicia que sería “un ejemplo en el mundo”. Además, acusó que había una “dictadura de la toga y el birrete”.
Horas antes, decenas de alumnos de facultades y escuelas de Derecho de distintas universidades, realizaron una manifestación, bloqueando el Viaducto Río de la Piedad, a la altura de la Puerta 6, a unos metros de la Sala de Armas, donde los legisladores debatían la propuesta de la iniciativa a la reforma judicial, enviada, el 5 de febrero de 2024, por el presidente Andrés Manuel López Obrador, al Congreso de la Unión.
Entre consignas como “¡México, aguanta, la justicia se levanta!”, “¡Si el pueblo se informa, no pasa la reforma!”, “¿Dónde están los diputados que nos iban a escuchar?”, “¡Déjennos pasar! y ¡Ricardo Monreal, nos vas a escuchar!”, los estudiantes exigieron que los diputados de la llamada “cuarta transformación”, escucharan sus inconformidades. Sin embargo, alrededor de las 19:00 horas del 3 de septiembre de 2024, se retiraron del lugar.
Minutos después, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, interrumpió sus vacaciones de tres días, para reiterar su defensa a la reforma judicial que se discutía en la sede alterna de San Lázaro, reiterando que, según ella, no afectaba las relaciones comerciales de México, ni las inversiones privadas nacionales y extranjeras.
“Demos significa ‘pueblo’. Este sustantivo, junto con krátos, que puede traducirse como “poder”, componen el nombre de la democracia: el poder del pueblo. Abraham Lincoln lo definió así :’La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo’. A la presidenta o presidente lo elige el pueblo, al poder legislativo lo elige el pueblo. Si los jueces, magistrados y ministros se eligen por el pueblo ¿dónde está el autoritarismo?”, indicó la mandataria nacional electa, en su cuenta de la red social X.
“Sugiero que conozcan la minuta de la comisión de puntos constitucionales de la Cámara de Diputados sobre la reforma constitucional al Poder Judicial que se discute en la Cámara de Diputados. Más democracia, más justicia, más libertad. La reforma al poder judicial no afecta ni nuestras relaciones comerciales, ni las inversiones privadas nacionales, ni extranjeras. Por el contrario habrá más y mejor estado de derecho y más democracia para todas y todos”, escribió Sheinbaum Pardo.
“Si se hubiese querido que los Ministros fueran nombrados por la presidenta se hubiera hecho una reforma como la de [Ernesto] Zedillo [Ponce de León], a la cual por cierto, no se opusieron algunos de los que hablan en contra de la reforma que se está discutiendo hoy. Nuestro interés no es más que un México más democrático y más justo. Ese fue el mandato popular”, abundó la mandataria nacional electa.
Horas antes, Patricia Aguayo Bernal, secretaria del Décimo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo y vocera de los trabajadores de base del Poder Judicial de la Federación, aseguró que de ella pedía que Sheinbaum Pardo estuviera abierta al diálogo y a escuchar al PJF, ya que no le convenía un “un país en llamas”.
“Diálogo. Escucha. Que se siente a platicar con nosotros, no creo que a la señora presidenta le convenga iniciar su gestión, su mandato de seis años, con un Poder Judicial de la Federación en pugna y con un país envuelto en llamas y controversias”, señaló Aguayo Bernal, durante una entrevista con representantes de diversos medios de comunicación.
