La ciudad portuaria de Volos, en el centro de Grecia, declaró el estado de emergencia por la contaminación marina provocada por la aparición de toneladas de peces muertos en el mar, anunció la agencia estatal de noticias.
El Ministerio de Crisis Climática y Protección Civil explicó en un documento que decidió declarar el estado para hacer frente a las necesidades de emergencia y gestión de las consecuencias derivadas de la contaminación marina ocurrida en el Golfo Pagasético. La medida estará en vigor un mes, hasta el 30 de septiembre.
Se trata de la segunda catástrofe que golpea el puerto de Volos, a tres horas y media en coche al norte de Atenas, después de las inundaciones que azotaron la región de Tesalia el año pasado. Esas inundaciones llenaron a un triple de su capacidad normal un lago cercano que había sido drenado en 1962 en un intento por combatir la malaria.
«Después de las tormentas Daniel y Elias el otoño pasado, alrededor de 20 mil hectáreas de llanuras en Tesalia se inundaron, y varios peces de agua dulce fueron arrastrados por los ríos» al mar, explicó Dimitris Klaudatos, profesor de agricultura y medio ambiente en la Universidad de Tesalia.
Las aguas del lago han retrocedido drásticamente debido a las condiciones climatológicas, forzando a los peces de agua dulce a dirigirse hacia el puerto de Volos y las aguas del Golfo Pagasético y el mar Egeo, donde no pueden sobrevivir.
Solo el martes, las autoridades retiraron 57 toneladas de peces muertos varados en las playas cercanas a Volos. La mayoría de los miles de animales muertos ya fueron retirados.
Según el canal Ertnews, dos barcos estaban completando el proceso. Las autoridades colocaron redes especiales en la desembocadura del río Xiria para contener el gran volumen de peces muertos.
La llegada de turistas a la zona ya cayó un 80 por ciento desde las inundaciones del año pasado. «Lo ocurrido con estos peces muertos será nuestra muerte», dijo Stefanos Stefanou, presidente de la asociación local de restaurantes y bares.