Elizabeth Van Der-Drift, una mujer londinense de 93 años que padecía demencia, murió a causa de una combinación de neumonía por aspiración, tras consumir unas pastillas para lavar la ropa que posiblemente confundió con dulces por su llamativo empaque, por lo que el forense Ian Potter lanzó una alerta sobre estos hechos ocurridos el pasado 19 de marzo, así lo dio a conocer el medio The Guardian.
Según un informe de prevención de futuras muertes (PFD), un cuidador señaló que el paquete de las cápsulas tenía un gran parecido a una bolsa de dulces, por lo que el forense señaló que las normas de seguridad de los productos no ponen el cuidado necesario sobre el riesgos que representan para personas con demencia.
De acuerdo con el asistente forense del norte de Londres, también indicó en el informe que hace mucho que se sabe que los productos de esta naturaleza representan un peligro para los niños; sin embargo, al parecer no se han tomado las precauciones necesarias para aquellos individuos con demencia u otros tipos de deterioro cognitivo.https://d-6698162761326598272.ampproject.net/2406131415000/frame.html
En ese sentido, agregó, los colores brillantes y llamativos de las pastillas para lavar puede ser un factor que afecte a la industria, por lo que recomiendan a los fabricantes que Por lo tanto, enviar la advertencia a cada fabricante de las cápsulas sería de corto alcance. El informe fue enviado al director ejecutivo de la Oficina de Normas y Seguridad de Productos, al secretario de estado de salud y atención social, así como al director general de la Asociación de la Industria de Productos de Limpieza del Reino Unido.
Añadió que aunque las regulaciones prohíben el suministro de productos que no son aptos para el consumo humano y pueden confundirse con alimentos, y ser un riesgo para los niños, pero no así a personas con demencia o deterioro cognitivo.
Mujer de 93 no sobrevivió al consumo de pastillas de detergente
Van Der-Drift vivió muchos años con demencia, lo que significa que no recordaba con facilidad cuándo había comido por última vez y con frecuencia buscaba algo para comer, fue así que el 13 o 14 de marzo consumió al menos una cápsula de detergente para ropa, de acuerdo con Potter. El problema fue que el empaque no indicaba claramente su utilidad.
Tras ingerirla, la mujer presentó dolor de estómago y problemas para respirar, y aunque fue trasladada a un hospital, ella murió ahí días después. Los destinatarios del PFD deben responder al informe antes del próximo 8 de octubre, señalando las medidas tomadas o que se tomarán.