El Kremlin anunció que detuvo a once personas, entre ellas cuatro atacantes, al día siguiente del atentado que dejó al menos 115 muertos en una sala de conciertos en Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico.
El director de los servicios de seguridad rusos (FSB) informó al presidente Vladimir Putin de la detención de 11 personas, entre ellas los cuatro terroristas directamente implicados en el atentado, indicó la presidencia rusa en un comunicado.
Las cuatro personas fueron detenidas en Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, precisó el Comité de Investigación ruso. El atentado se cometió el viernes antes de un recital del grupo de rock ruso Piknik, en una sala de conciertos del Crocus City Hall, en Krasnogorsk, un suburbio del noroeste de Moscú.
El FSB afirmó que los sospechosos tenían contactos en Ucrania, donde planeaban huir tras el ataque, el más mortal desde mediados de los 2000 y que fue condenado por la comunidad internacional.
El balance de muertos subió el sábado a 115 muertos, aunque se espera que aumente, según el Comité de Investigación ruso. El Ministerio de Situaciones de Emergencias informó que un centenar de personas siguen hospitalizadas.
Según los primeros elementos de la investigación, las personas murieron por heridas de bala y por inhalar humo del incendio que estalló tras el tiroteo, indicó el Comité. Los atacantes, precisaron los investigadores, usaron armas automáticas e incendiaron el edificio con un líquido inflamable.