Tras dos años de invasión, Rusia reconoció que se encuentra en «estado de guerra» en Ucrania, horas después de lanzar una oleada de misiles y drones contra infraestructuras energéticas que causaron cinco muertos.
Rusia lanzó la madrugada del viernes casi 90 misiles y más de 60 drones explosivos, de fabricación iraní, contra la exrepública soviética y dañó «decenas» de instalaciones energéticas, incluyendo centrales eléctricas.
Al menos cinco personas murieron y más de 20 resultaron heridas, según las autoridades ucranianas. Un anterior balance daba cuenta de dos fallecidos.
Los bombardeos rusos de la madrugada del viernes alcanzaron a nueve regiones, desde Khárkov a Zaporiyia cerca de la línea de frente hasta Leópolis e Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, a cientos de kilómetros de la zona de combates.
El ministerio de Defensa indicó que había destruido ocho cohetes que sobrevolaban esta región disparados con un sistema de lanzamisiles Vampire desde Ucrania.