El amor puede representarse de maneras completamente inesperadas y bajo circunstancias inusuales, algunas historias de la vida real pareciera que son sacadas de una película o telenovela para demostrar que la vida real es mucho más sorprendente que la ficción, tal es el caso de un romance muy fuera de lo común entre una monja y un sacerdote.
La historia comienza cuando la novicia Mercedes Tarragona de 22 años y el sacerdote Daniel Genovesi de 26 años se conocieron en sus labores parroquiales, ambos eran devotos y servían para la iglesia católica.
Mercedes era miembro del grupo de Hermanas Mercedarias del Niño Jesús en Córdoba; sin embargo, por azares del destino fue trasladada a la Provincia de Santa Fe, lugar donde Daniel hacía las funciones de secretario del obispo en la Parroquia de la mencionada provincia.
Fue así como inició una historia de amor que al principio representó un gran reto para ambos, pues siempre estuvieron seguros de su vocación al servicio de Dios; un aspecto que se puso en duda cuando se conocieron y comenzaron a sentir atracción.
Su amistad cada día se volvió más cercana.
Al principio para Mercedes todo se trataba de una amistad consagrada, que esperaba seguir el ejemplo de Santa Ecolástica y San Benito, no obstante conforme su cercanía fue aumentando.
Cuando me encontré con ella, me pasaron un montón de cosas. Yo había ingresado al seminario en cuarto año del secundario y nunca había estado de novio.
Con el paso de los meses, Mercedes se dio cuenta de que su amistad estaba sobrepasando los límites, por lo que consiente de sus verdaderos sentimientos, decidió renunciar a sus votos para regresar a su ciudad y no interferir con la vida sacerdotal del padre.
Su historia de amor dio fruto a dos hermosas hijas
Cuando Daniel se enteró de la partida de Mercedes, se precipitó a invitarla a salir para hablar por última vez, lugar donde ella le confesó la verdadera motivación de su partida, fue en ese momento donde se enteró de que sus sentimientos eran correspondidos por el sacerdote, quien debería afrontar uno de los mayores cambios en su vida.
Me di cuenta de que no quería una vida sin ella. Entonces due simplemente tomar la desición de emprender un camino junto y fue rápido.
Esta historia de amor lleva ya muchos años de haber iniciado, actualmente tienen ya dos hijas que son fruto del amor, una de ellas tiene 26 años y otra 23.
Fuente: El Mañana