Texas.-La tarde del martes, Salvador Ramos de 18 años, se atrincheró y disparó contra los estudiantes y maestros de cuarto grado de una escuela primaria de Uvalde, Texas, en Estados Unidos. El saldo fue fatal: 21 personas muertas, de los cuales 19 eran eran niños y las dos restantes eran profesoras.
Los reportes preliminares dicen que el joven entró a la Robb Elementary School con un rifle de alto impacto y disparó indiscriminadamente en uno de los salones de clases. Los pequeños acababan de celebrar a los alumnos que estaban en el cuadro de honor pero en un abrir y cerrar de ojos, se encontraban luchando por su vida.
Amerie Jo Garza, de 10 años, fue una de las víctimas del tirador de Texas. La pequeña murió a causa de los disparos que le dio Ramos a ella y a sus compañeritos. Lo último que la niña escuchó, fue al asesino gritándole “vas a morir”, contó su abuela Berlinda Irene Arreola, al medio local The Daily Beast.
“Trató de conseguir ayuda”
Antes de morir, Amerie Jo luchó como nadie para salvar a sus amiguitos y profesoras. Berlinda relató que cuando comenzaron los disparos una bala alcanzó a la menor, pero a pesar de estar herida, hizo todo lo posible para tomar un teléfono y llamar a los servicios de emergencia.
En el preciso momento en que marcó el 911, Salvador se acercó a ella y le gritó que moriría, luego le disparó a ella y a otra niños, por lo que la llamada no pudo ser completada. El asesino pudo quitarle el teléfono y colgar, pero no, prefirió rematar a los pequeños de tan solo 10 años.
“En lugar de agarrarlo y romperlo o quitárselo, le disparó. Estaba sentada justo al lado de su mejor amiga. Su mejor amiga estaba cubierta de sangre (…) Murió como una heroína tratando de conseguir ayuda para ella y sus compañeros de clase”, dijo desconsolada la abuela de la niña.
Amerie Jo Garza era una niña inteligente, extrovertida y siempre con ganas de destacar en la escuela. Cuando sus seres queridos supieron que había habido una balacera en la escuela, corrieron a buscarla. Habían pasado siete horas de la tragedia y la familia de la pequeña no tenía noticias sobre ella.
Cerca de las 20:00 horas del jueves, Angel Garza, padrastro de la pequeña, confirmó lo peor: su niña estaba entre las 21 víctimas de Salvador Ramos, quien fue abatido por la policía local, de acuerdo con el reporte de Greg Abbott, gobernador del estado Texas.
“Gracias a todos por las oraciones y la ayuda para tratar de encontrar a mi bebé. Ella ha sido encontrada. Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles…”, escribió desconsolado el hombre en su Facebook.
FUENTE: EL HERALDO DE MÉXICO