El diario
Pendleton, Oregon.- Semanas después de que el presidente Trump exigiera la reapertura de las casas de culto de Estados Unidos, nuevos brotes de coronavirus están surgiendo en las iglesias de todo el país donde se han reanudado los servicios.
El virus se ha infiltrado en sermones dominicales, reuniones de ministros y campamentos de jóvenes cristianos en Colorado y Missouri. Ha afectado a las iglesias que reabrieron con cautela con cubrebocas y distanciamiento social, así como a algunas que desafiaron los cierres y se negaron a prestar atención a los nuevos límites en el número de fieles.
Los pastores y sus familias han dado positivo, al igual que los asistentes de la iglesia, los que saludan en la puerta de entrada y cientos de feligreses. En Texas, alrededor de 50 personas contrajeron el virus después de que un pastor les dijo a las congregaciones que una vez más podían abrazarse. En Florida, una adolescente murió el mes pasado después de asistir a una fiesta juvenil en su iglesia.
Más de 650 casos de coronavirus se han relacionado con casi 40 iglesias y eventos religiosos en todo Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia, y muchos de ellos estallaron durante el último mes cuando los estadounidenses reanudaron sus actividades previas a la pandemia, según una base de datos de The New York Times.