
– Los ojos del mundo se posaron sobre Matamoros por una tragedia que fue retratada: la muerte de un padre con su hija al tratar de cruzar el río Bravo para tratar de llegar a Estados Unidos.
Hace un año, el 24 de junio del 2019, fueron encontrados los cuerpos de Óscar y Valeria, de origen salvadoreño, en una posición que sumió en tristeza a la comunidad.
Valeria estaba dentro de la camisa de su padre y su brazo quedó sobre su cuello lo que fue interpretado de muchas maneras.
El fallecimiento de los migrantes no fue sino el inicio de una crisis humanitaria que sigue viva en Matamoros: cientos de personas están a la espera de asilo en un campamento que no cuenta con las condiciones adecuadas para que vivan.
Con las fronteras cerradas por la pandemia, centroamericanos, mexicanos y de diversas nacionalidades están desesperados porque se ha aplazado su fecha de corte.
Algunos ya llevan más de un año en la localidad y su esperanza se deteriora al disminuir las posibilidades de llegar a Estados Unidos mediante el asilo.
Actualmente, el número de migrantes en el campamento ha disminuido, pues se 2 mil 600, quedan alrededor de 1 mil 800 personas.
Por #EnlaceMX