Fuente/Unotv
Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), Quinto Elemento Lab, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Rise Project dejaron al descubiero una banda del crimen organizado que robó miles de millones dólares a turistas a través de cajeros automáticos a la que denominaron la Banda de la Riviera Maya.
Las organizaciones revisaron miles de documentos, entrevistaron a personas en tres continentes, rastrearon redes sociales para armar, con piezas dispersas por todo el mundo, un rompecabezas sobre la ruta de esta banda transaccional liderada por personas provenientes de Rumania.
Se estima que la Banda de Riviera Maya ganó cerca de mil millones de dólares a través de una red de cajeros adulterados en todo México.
¿Cómo opera la Banda de la Riviera Maya?
La organización criminal está comandada por Florian Tudor conocido por el alias de “El Tiburón”, un hombre rumano de negocios de 43 años y, según las autoridades rumanas es el líder de la banda de la Riviera Maya.
De acuerdo a la policía y a un exintegrante, la banda cuenta con unos mil miembros.
Su manera de operar era a través del skimming, que es la alteración de cajeros automáticos para poder clonar tarjetas bancarias y poder disponer del dinero.
Los skimmers son dispositivos que se pueden introducir en un cajero automático y usar para leer la banda magnética de las tarjetas bancarias. Mientras tanto una pequeña cámara graba el momento en que la persona introduce su clave. Armados con esta información, los delincuentes pueden clonar la tarjeta de la víctima y usarla para compras o para sacar efectivo.
La banda se asentó en Cancún donde centraron sus fraudes bancarios, lavado de dinero, intimidación, soborno y contrabando de personas de Rumania a Estados Unidos a través de México.
La organización ha logrado robar hasta mil 200 millones de dólares usando una red de cajeros automáticos modificados en algunas de las zonas turísticas más importantes de México, podrían tener hasta 100 cajeros en varias partes del país desde 2012.
Cancún, con más de siete millones de turistas extranjeros al año, era el lugar perfecto para lanzar una lucrativa operación de skimming. La constante afluencia de visitantes, que se quedan días e incluso semanas, garantiza un suministro permanente de tarjetas bancarias robadas de bancos del mundo entero.
Los miembros de la banda de la Riviera Maya con frecuencia esperaba meses antes de retirar dinero con las tarjetas fraudulentas y casi siempre las usaban en zonas alejadas de donde las robaron o de donde vivían las víctimas. Los skimmers y recaudadores de la banda operaban en lugares tan lejanos como Indonesia, India, Barbados, Granada, Paraguay, Brasil, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Así, las víctimas tenían más dificultades para conectarlos robos con sus vacaciones mexicanas. E incluso si lograban hacer el vínculo, Cancún y la Riviera tienen tal cantidad de cajeros que es poco probable que pudieran localizar la máquina exacta donde les clonaron su tarjeta.
¿Quién es Florian Tudor, “El Tiburón”?
Florian Tudor es originario de Craiova, Rumania, a diferencia de muchos de los miembros de la banda, que tienden a ser musculosos, estar tatuados e ir cuidadosamente afeitados, Tudor es más discreto. Su pelo rizado es corto, tiene una complexión normal.
Su pasado es turbio. Fue una vez presuntamente detenido y deportado de Italia, aunque los cargos no son del todo claros. En 2008 y 2009, las autoridades rumanas parecen haber iniciado procesos penales contra él, que no finalizaron en nada. Sus antecedentes en Rumania, investigados por periodistas de OCCRP, parecen limpios.
Antes de 2014, Tudor se trasladó a la Riviera Maya, donde lo conocen como el “El Tiburón”, cuando Tudor se mudó a Cancún, algunos miembros de su familia lo siguieron, incluyendo a su hermanastro, Adrian Enachescu, de 33 años.
A través de un colaborador también de origen rumano de nombre Adrian Tiugan, de 36 años, que fue asesinado en Cancún, Tudor creó la empresa Top Life Servicios, una compañía comercial que se convertiría en el pilar del imperio empresarial de Tudor. Su objeto era instalar y administrar cajeros automáticos en México.
Sin embargo, a partir de enero de 2020, la policía rumana empezó a investigarlo por dirigir un grupo de delincuencia organizada. La policía mexicana también lo investiga.